Hoy ha llegado un cliente inusual al Kourindou. Su nombre es Sakuya Izayoi, una sirvienta de cierta mansión. Su petición fue “El par perfecto de tazas de té”. Rinnosuke cumplió esta complicada petición, pero el set de tazas de té que eligió estaba trágicamente hecho añicos…
¡Nuevos personajes debutan en la primera parte del Capítulo 3 de esta historia original basada en la serie de Touhou!

Mi estufa del Mundo Exterior ha estado haciendo ruidos raros. Tiene algunas palancas que no entiendo del todo, pero ya que las usé y no pasó nada, la estoy usando a mi manera. Últimamente, la potencia del fuego llega a veces a ser demasiado fuerte, así que se ha vuelto un poco peligrosa.
Hablando de fuego, en los últimos días ha habido un incremento de cremaciones por Gensokyo. Hasta ahora casi nunca se habían usado las cremaciones para tratar con los restos de un cadáver humano –bueno, eso es porque probablemente acababan siendo comida para youkais–. Tal vez se deba a que los youkais están intentando comportarse de forma más civilizada, por eso aquellos que comían carne en descomposición han empezado a disminuir hace poco. Si lo miramos desde el punto de vista de los humanos de Gensokyo, no se pueden dejar esos restos simplemente abandonados, por motivos sanitarios y espirituales, así que parece que no queda más remedio que incinerarlos.
Por otro lado, ¿esta práctica no reduciría las oportunidades de que naciese un nuevo youkai?… No es muy habitual que un humano se convierta en un ser inhumano, y de ser así la mayoría de las veces lo hacen después de morir. Si los cadáveres son incinerados, sería más difícil convertirse en un Jiang Shi1, en un Vampiro o en otros seres similares.
Bueno, puede que sea algo bueno. Y, visto de otra forma, hay veces que los youkais nacen de las cenizas. Los fantasmas, en especial, tienden a crearse así. Y ahora que lo menciono, parece que ha habido también un incremento de fantasmas en Gensokyo. Puede que sea a causa de las incineraciones, o puede que no… Sin embargo, estos nuevos fantasmas son bastante alegres y divertidos. Después de todo, los fantasmas son para Gensokyo los…
Toc, toc.
Ha llegado alguien, dudé en decir “Bienvenido”. Normalmente es el visitante quien empieza la estrepitosa charla, pero eso es porque normalmente no resultan ser clientes.
“¿Hay alguien aquí?”
“¿Hum? Oh, ¡bienvenida! ¿Qué puedo hacer por usted?”
“Estoy buscando un tipo concreto de tazas de té. ¿Es posible que tengas alguna?”
Ante mí había una chica con aspecto de sirvienta (aunque no sea muy habitual, ¡SÍ que tengo clientes!). Mis expectativas eran realmente bajas, pero eso es porque solo tengo un tipo de expectativa: si aparece un cliente siempre ocurrirá algo malo.
“Sí, por supuesto. ¿Qué tipo de taza le gustaría?”
“Una pequeñita, bonita, blanca… Verá, la taza que estoy buscando tiene que combinar bien con las bebidas oscuras y tiene que ser ligera. Pero lo más importante es su forma, tendría que ser un poco compleja… Bueno, eso ya lo decidiré cuando la vea. Ah, y necesitaría un par.”
“Ehh, ya veo…”
Es una petición complicada. Casi parece como un examen para sacarse el certificado de Experto en Tazas. Va a ser un problema un poco difícil. Resolverlo mientras intento recordar dónde dejé las tazas entre todos los montones de cacharros no va a ser nada fácil.
“…Bien, tengo todo tipo de tazas. Es para té negro, ¿cierto?”
“Bueno, es del mismo estilo que una taza para el té negro.”
“Las tazas para el té negro deben de estar por aquí, creo…”
El té negro y el café son los mayores lujos de Gensokyo. Se sabe que los youkais que se dejan caer por aquí traen consigo la cultura de países extranjeros y demás cosas como herramientas y libros. Aun cuando Gensokyo está aislado como territorio, en espíritu es muy internacional.
Bien, acabo de encontrar un antiguo estuche. Estoy seguro de que en este estuche había dos tazas que me gustaban.”
“¡Aquí tiene! Espero que sean de su agra…”
Me quedé atónito nada más abrirlo. No era exactamente el aspecto que esperaba ver. Había una taza y algo que una vez fue una taza rota en mil pedazos… Sí, una de mis tazas favoritas estaba cruelmente despedazada.
“¿A ver?”
“Ehm, no, deme un segundo.”
A pesar de mi decepción, noté que había un trozo de papel dentro del estuche. ¿Qué podría ser? Fui a coger el papel, pero…
“Hmmm, parece la letra de Marisa, ¿verdad? ¿»Lo siento«? ¿Qué quiere decir?”
“!?”
¿Qué acaba de ocurrir? ¿Por qué no tenía el papel en mis manos? Dije, “¿Pero qué?”. Esta chica me lo había quitado antes de que pudiese darme cuenta.
“Tome, aquí tiene.”

Miré el papel que me tendía. Lo único que tenía escrito era un “Lo siento”. … Esa Marisa, ¿qué tendría que hacer con ella la próxima vez que venga?
Rápidamente me recuperé de mi confusión. No debería preocuparme tanto de las cosas que no entiendo, si lo hicieses no podrías vivir en Gensokyo.
“Sí, son exactamente como pedí. Me encantan. ¿Puedo llevármelas?”
Retiro lo dicho, sigo confuso. ¿De verdad le gusta la taza rota?
“¿Eh? ¿S-seguro? Bueno, es mi favorita… pero no es que sea precisamente normal.”
Era pequeña, lo más pequeña posible (porque estaba hecha añicos), y no era muy pesada. Se ajusta al pedido.
“Son tan bonitas, y se verán de maravilla con el té negro. Son exactamente como lo desea mi Señora.”
Sí, pero podrías cortarte si la tocas…
Toc, toc, toc.
“¡Ey! Sakuya, ¿estás ahí?”
Esta vez no me equivoqué. Es habitual que el ajetreo comience en menos de tres segundos desde el momento en el que se abre la puerta. Y, por supuesto, la chica de rojo no era un cliente.
“Vaya, pero si es Reimu. ¿Cuándo volviste al templo? También has traído a la Señora.”
“¿A quién le importa cuándo regresé? ¿¡Qué es eso de entrar al templo cuando no hay nadie!? Y lo peor de todo es que te dejaste allí a esta haciendo vete tú a saber qué.”

“No hemos hecho nada. No había ninguna taza de té adecuada en el templo, así que no pudimos tener una hora del té en condiciones.”
“¡No trato con gente que entra por su cuenta a la casa de los demás para beberse su té!”
Parece que entrar en la casa de otros sin consentimiento se está convirtiendo en una tradición entre las chicas de Gensokyo.
Por cierto, el nombre de la cliente es Sakuya. Y esta señorita que Reimu ha traído se llama Remilia. Sakuya es una sirvienta al servicio de Remilia, pero esta señorita, como se puede comprobar, es obviamente un vampiro. Por lo visto estaban tomando un paseo cuando decidieron hacer una parada en el templo.
“Incluso durante un paseo, la hora del té es indispensable. Con sus respectivas tazas, por supuesto.”
“Para empezar, Remilia, ¿por qué demonios estás paseando en mitad del día cuando eres un vampiro? ¿No tendrías que estar dentro de tu ataúd?”
“Todavía puedo seguir tomando el sol. Y por cierto, los ataúdes son para la gente que ha muerto. Parece que has tenido un malentendido.”
Aparentemente tomar el sol consiste en apreciar cómo los demás toman el sol.
“Como sea, ¿qué voy a hacer si se empieza a extender el rumor de que hay demonios en el templo?”
“No tienes que hacer nada. Igualmente tu caja de donaciones va a seguir vacía.”
“Pero eso es porque es un templo impío. ¿Verdad, mi Señora?”
“¡No lo llames impío!”
Probablemente soy el único de aquí que conoce los orígenes del Templo Hakurei. Iba a contarles cómo se podría restaurar el honor de Reimu, pero… no era importante, rechazaron mi opinión. Qué pena.
“Oh, cierto, Sakuya. ¿Encontraste unas buenas tazas de té?”
“Sí, creo que sí. Son espléndidas.”
Y de nuevo volví a la confusión. ¿Qué voy a hacer con esta taza? Su pareja está rota.
“Tome, mi Señora. ¿Puede verlas?”
Sakuya abrió la tapa del estuche y lo bajó para que su señora pudiera verlas.
¿Por qué les vale una taza rota? Tal vez sea algún tipo de acertijo. Eso es, debe de haber algún significado tras la pareja rota. Por ejemplo, el té negro y los fragmentos de la taza podrían representar un lago de sangre y una montaña de astillas, lo que podría representar el Infierno… Para un diablo y su sirvienta, ¡tiene que ser eso!
No obstante, cuando Remilia vio las tazas, mostró una dudosa y turbada expresión en su cara. Era una reacción mucho más humana de lo que esperaba.
Continuará…
Notas de traducción
- Un Jiang-Shi es una criatura no muerta de la cultura china comparada muchas veces con los zombis y los vampiros. A diferencia del vampiro occidental, el Jiang-Shi tiene sus extremidades totalmente rígidas y se mueve dando brincos. En Gensokyo existe una Jiang Shi llamada Yoshika Miyako, pero en este punto de la historia aún no había llegado a Gensokyo.