Ave Fantástica

Marisa visitó el Kourindou cargando uno de los bellos ibis crestados que se han estado multiplicando últimamente por Gensokyo. Tras atraparlo cerca del Templo Hakurei, Marisa planeó cocinarlo y comérselo con Reimu.  En el ahora animado Kourindou, su propietario Rinnosuke estaba inmerso en sus pensamientos cavilando la razón por la que los ibis estaban incrementando…

¡Este es el Capítulo 2 de una historia original basada en la serie de Touhou!

«¡Ey, Kourin! ¿Qué hay? ¡Hoy toca nuestro estofado tradicional!»

Gritó mientras abría la puerta. Hasta donde yo sé, hoy es el Día de la Protección de Animales1.

«Oh, ¿eres tú, Marisa? ¿Qué es eso de venir aquí como si nada y aclamar que hoy es el «Día del Estofado»?»

Marisa me enseñó lo que tenía en su mano derecha, y ahí estaba, un flácido y rojiblanco bulto…

Próximo a la Aldea de los Humanos en Gensokyo está el Bosque de la Magia, y cerca de este bosque está mi tienda, el Kourindou. Dicho de otra forma, está a mitad de camino del lugar donde viven los humanos y del lugar donde viven los youkais. Pensaba que aquí podría hacer negocios tanto con humanos como con youkais, pero la verdad es que casi nunca tengo clientes de ningún tipo, aunque…

«¿Eso no es un ibis crestado2? ¿Cómo es que lo tienes?»

“Sip, lo pillé en el templo. Reimu está preparando sus cosas para el estofado, así que llegará tarde.»

“¿Y por qué decidisteis quedar en mi tienda? En ningún momento me habéis preguntado.»

“¿Pero qué dices? ¡Con esto tendremos una carne exquisita! Claro, se ve un poco mustio, pero…»

El ibis crestado. Cada año han estado apareciendo más y más de estos pájaros en Gensokyo. ¿De dónde vendrán? Allá donde mires en el cielo, estará teñido por sus colores. Por suerte su carne sabe muy bien, a pesar del lamentable aspecto. El estofado también acabará teñido por los colores del ibis, un rojo casi escarlata. No es el ejemplo más apropiado, pero sería como un estofado de humano hecho por un vampiro.

«Bien, creo que lo entiendo, ¿pero por qué estofado así de repente?»

“¿No es obvio? Los días fríos están hechos para comer estofado.»

«Bueno, encontré el ibis de chiripa, aunque estaba algo más vivo hasta hace nada.» Marisa continuó parloteando mientras invadía la cocina.

Gensokyo es, literalmente, un lugar donde moran las criaturas fantásticas3.  En algún momento, la gente del Mundo Exterior definió a las «criaturas fantásticas» como meras «criaturas imaginarias». Pero, por supuesto, las criaturas fantásticas y las ilusorias son muy distintas. Una criatura imaginaria no es más que otro nombre para un delirio, un malentendido o una interpretación errónea. Por otro lado, una criatura fantástica es un ser que solo puede ser encontrado en Gensokyo. No hace falta decir que tanto Marisa como yo también somos criaturas fantásticas.

Sin embargo, el motivo de la repentina proliferación de los ibis crestados es algo que aún no logro comprender. ¿Podría ser que los ibis se han convertido en «aves fantásticas»? Sería algo impensable para el Mundo Exterior que conozco, pero como dije una vez, ha pasado mucho tiempo desde entonces. Por mucho que intente imaginarme el Mundo Exterior a partir de la literatura y los recuerdos antiguos, no serían más que imaginaciones. Una conjetura plagada de imaginaciones no es más que una ilusión. Las imaginaciones las clasifico en Ilusión, Delirio, Predicción, Suposición y Fantasía.

«¡Siento haceros esperar! Ya está Marisa, ¿verdad?»

«… En realidad no estaba esperando. ¿Cómo podría esperaros cuando aparecéis tan repentinamente?»

“Vaya, pues claro que íbamos a venir repentinamente. Pero tú tendrías que estar esperando todo el tiempo. ¿No funcionan así las tiendas?»

Reimu llegó tal como Marisa dijo. Traía varias bolsas. Ingredientes para el estofado, supongo.

«¡Ey, Reimu! ¡Ya está bien de tanta espera! ¡Pongámonos manos a la obra con ese estofado!»

Marisa extendió los brazos, con una expresión de «Venga, ¡pásamelo!».

«Sí, lo he traído todo.»

«¿Eh? Esto es miso rojo4. ¿Quién te dijo que trajeras miso rojo?»

“No necesito que me lo digan. ¡El miso rojo es la elección más obvia para el caldo de ibis!»

“¡Ey, ey! ¡Para el carro! El estofado ya es rojo de por sí, lo que tendríamos que usar es miso blanco. ¿Poner miso rojo en un caldo rojo? ¿Es que eres comunista o algo así?»

«No es como si te lo fueras a comer solo por el color. Ya que la carne de ibis es roja no debería importarte, ¿verdad?  ¿Y por qué miso blanco? No estamos en las Guerras Genpei5

Las dos seguían discutiendo por los condimentos, pero yo no estaba escuchando. Sin ningún cuidado, Marisa estaba agarrando al ibis por el pescuezo y cada vez que lo sacudía graznaba. De alguna extraña forma parecía como si el ibis le estuviera dando la razón. Seguro que Marisa lo hacía a propósito.

¿No le pones beni-shoga6 al tonkotsu7? ¿Acaso se lo pondrías al ramen de miso?»

«¿Y el curry no va bien con un poco de fukujinzuke8? Conociéndote, seguro que lo echas en los guisos.»

«¡Poner algo rojo en medio de algo blanco es la esencia del alma japonesa!»

“Yo ya soy bastante rojiblanca. ¿Y tú en qué parte tienes el alma japonesa, Marisa? ¿Sabes si quiera lo que es el Wabi-sabi9

«Seguro que ni tú lo sabes.»

“Por supuesto que no.»

“Da igual, no vamos a hacer el estofado como dices.»

«¿No eras tú la que vino con la idea de hacer un estofado? No podemos comernos el ibis crudo.»

“¿Así que es eso? De acuerdo, entonces decidámoslo ahora.»

“¿Nos enfrentamos?»

“Claro, eso también podría funcionar. ¿Vamos?»

Al final parece que decidieron zanjar el asunto con un duelo de danmaku sin pedir mi opinión (incluso después de venir a mi tienda sin invitación). Las reglas eran un uno contra uno siguiendo las reglas de las Spellcards. Si Reimu ganaba, el estofado se haría a su manera; si ganaba Marisa, no le quedaría más remedio que ir a comprar miso blanco. No les importaba que tuviese miso blanco en mi local, parecía que estaban disfrutando así que las dejé estar. Y hablando de eso, lo cierto es que sé cuál es la mejor forma de cocinar un ibis crestado…

«Marisa, ¿qué os tengo dicho?»

“Si vais a pelear, salid fuera. ¿Me equivoco?»

“Más importante que eso, ¿podrías ir preparando el pájaro por Marisa, Rinnosuke?»

Sus objetivos habían cambiado por completo. Daba igual el resultado, me temo que se lo comerían igualmente mientras fuese yo quien lo cocinase. Podría pensar fácilmente que toda esta escena había sido planeada desde el principio, puesto que siempre siguen el mismo patrón. Esas dos están enfrentándose constantemente para decidir hasta la cosa más absurda. Y lo más importante, últimamente han estado usando ataques con un montón de proyectiles. Es extremadamente brillante, podría ser malo para los ojos.

Sus duelos siempre son un estudio en contraste. Frente a la impulsividad de Marisa, Reimu (ya sea adrede o por su naturaleza) lucha con un estilo más sereno. Los duelos suelen acabar con la victoria de Reimu, pero Marisa no siempre pierde. Es solo que Marisa ataca con todas sus habilidades de golpe, mientras que Reimu parece estar hecha de aire. Es como intentar darle a una pluma en el aire. En cualquier caso, cuando miras a Reimu en pleno combate da la sensación de que no es de nuestro mundo. Es una sensación que me cuesta comprender.

«¡Ey, eso ha sido peligroso! ¿Qué habría pasado si me hubiera golpeado, Marisa? Dioses…»

“¡Oh, vamos! ¿Por qué no te ha dado?»

“Tus balas me evitan por voluntad propia. ¡Qué amable de su parte!»

“Van en línea recta…»

Aún podía oír sus voces, decidí ir a ver cómo iban. Reimu parecía estar teletransportándose por momentos y sus balas volaban como si estuvieran siendo guiadas hacia direcciones imposibles. Era un poco injusto.

Bueno, esto pinta bien, las piezas de ibis se ven muy apetitosas; nunca había visto nada igual. Respecto a eso, Marisa dijo algo que me molestó…

«Sentimos la tardanza, ya hemos tomado una decisión.»

“Sí, siempre me hacéis esperar igual. Ya he hecho el estofado. Con miso rojo, como suponía.»

“Grrr… ¿Ya has preparado el estofado? ¿Y si hubiese ganado yo qué habría pasado, Kourin?»

“Que te habría hecho comer un ibis cocinado de la mejor manera.»

El Templo Hakurei está ubicado en el límite de Gensokyo. Y por límite no solo me refiero en el sentido físico. Hay un límite entre el Mundo Exterior y Gensokyo. Por esa razón, el Templo Hakurei no es completamente un «lugar fantástico». Marisa dijo que había capturado al ibis en el templo. De hecho, es probable que ese ibis proceda del Mundo Exterior. De ser así, los ibis crestados aún no son Aves Fantásticas. Ahora me siento más aliviado.

FIN DEL CAPÍTULO 2

Notas de traducción

1. El Día de la Protección de Animales es el 4 de Octubre, pero supongo que tan solo era un dato anecdótico.

2. El ibis crestado (Nipponia Nippon) es un ave en peligro de extinción que se alimenta de arroz. El último ibis crestado salvaje en japón murió el Octubre de 2003, quedando únicamente la población de la provincia china Shaanxi hasta 2008 que se reintroduciría en Japón. Actualmente se pueden encontrar ibis crestados en Japón en la isla de Sado. Y ahora también en Gensokyo.

3. Gensokyo significa literalmente «Tierra de la Fantasía».

4. El miso es un popular condimento japonés hecho con semillas de soja, cereales y sal marina fermentada con hongo koji. Según el tiempo de fermentación se pueden obtener cuatro tipos de miso: el miso blanco, rojo, amarillo y el más intenso, el hatchomiso.

5. Las Guerras Genpei fueron unos importantes conflictos civiles entre los clanes Taira y Minamoto sucedidos a finales de la Era Heian, entre los años 1180 y 1185. La victoria del clan Minamoto dio lugar al primer shogunato y, con ello, el comienzo de la Era Kamakura. Sería el equivalente a nuestro paso de la Edad Antigua a la Edad Media. Así mismo, este conflicto marcaría los colores blanco y rojo (que representaban a ambos clanes) como los colores nacionales.

6. El Beni-Shoga es un encurtido japonés hecho a partir de jengibre cortado en delgadas tiras que se puede encontrar en muchos platos japoneses, como el yakisoba.

7. El Tonkotsu son tiras de cerdo, empleado principalmente para el ramen (Ramen Tonkotsu).

8. El Fukujinzuke es otro encurtido japonés compuesto de varias verduras picadas como el pepino, la berenjena, el daikon o la raíz de loto, sazonado con salsa de soja.

9. El Wabi-sabi es un término de estética japonesa que describe la visión estática basada en la «belleza de la imperfección». Posee rasgos rurales y naturales, combina el minimalismo con la calidez de los elementos naturales. Por supuesto, yo tampoco lo sabía.

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